Instructor de Kitesurf
Andres Uribe
Comencé mi recorrido en el kitesurf en la escuela Pescao Kitesurf, donde inicialmente trabajé como ayudante de playa. Rápidamente, aprendí y me convertí en un ayudante eficiente, lo que me permitió empezar a practicar el deporte en poco tiempo. El kitesurf me apasionó tanto que me dediqué al 100% a él. Luego, cambié de escuela y comencé a trabajar en Calima Kitesurf.
Ser instructor requiere mucha experiencia, por lo que aún no estaba listo para ello. En Calima Kitesurf, empecé trabajando en la playa y rápidamente pasé a conducir el bote de clases.
Esta experiencia me permitió mejorar mis habilidades y aprender mucho más, ya que asistir a los mejores instructores me dio la oportunidad de absorber lo mejor de cada uno de ellos. Considero que esta experiencia es uno de los puntos que hoy me fortalecen y me llevan a respetar profundamente este deporte.
Después de algunos años en el bote, decidí cambiar de empleo, ya que veía la posibilidad de convertirme en instructor cada vez más lejana. Trabajé para una empresa externa durante aproximadamente siete meses hasta que recibí una llamada de la escuela Pescao.
Necesitaban a alguien para conducir el bote y decidí aceptar la oferta.
Después de algunos días, se me dio la oportunidad de asistir a algunas clases, y mi desempeño fue bueno; Desde ese momento, aproveché la oportunidad y seguí aprendiendo de mis compañeros, enfocándome en compartir lo que había aprendido.
Pasé algunos años allí como instructor hasta que tomé la decisión de dar mis clases de forma independiente, y así nació la idea de mi propia escuela, que ha ido creciendo y fortaleciéndose cada día más. Durante esta transición, he tenido la oportunidad de enseñar en distintos lugares de Colombia, principalmente en Calima y Mayapo, en La Guajira.
Actualmente, trabajo para Kiteaddict, una de las escuelas con mejor proyección en Colombia y con certificación IKO.
Considero que mi fortaleza en este deporte es la enseñanza, gracias a la paciencia y el manejo de las clases.
Sé cuándo exigir a un alumno para que avance y me comprometo a que cada estudiante progrese rápidamente, manteniendo siempre el espíritu de motivación.
En mi escuela, no solo buscamos enseñar kitesurf, sino también transmitir una conexión profunda con la naturaleza, el viento y el agua.
Cada clase es una oportunidad para que nuestros estudiantes vivan una experiencia única, llena de emoción y descubrimientos.
Nos esforzamos por crear un ambiente familiar y acogedor, donde cada persona se sienta parte de una comunidad que valora la tranquilidad, la superación y las buenas vibras.